Videovigilancia de parques fotovoltaicos en zonas rurales
La seguridad mediante sistemas electrónicos de videovigilancia en los parques solares fotovoltaicos, resulta algo imprescindible por diversos motivos. Los parques fotovoltaicos sobre suelo en la mayoría de los casos se encuentran en zonas rurales, muy alejadas de los entornos urbanos, donde tanto la seguridad en general como las comunicaciones en particular, resultan difíciles de garantizar.
Por ello, se hace imprescindible disponer de soluciones de conectividad que garanticen una muy alta disponibilidad, al menos 1 IP pública fija, sin filtrado de puertos, una latencia estable y un ancho de banda de transmisión (upload) estable y suficiente para que las señales sean correctas.
En los núcleos urbanos estas soluciones de conectividad las ofrecen distintos proveedores con una calidad aceptable y a un precio ajustado. Estas soluciones suelen estar basados en soluciones ADSL o cable módem, pero nosotros no nos centraremos en estas soluciones.
La problemática más importante se da en zonas rurales y remotas donde estos servicios ADSL o cable no están disponibles. ¿Qué posibilidades tenemos, entonces?:
Si necesitamos una conexión a Internet básica, una solución basada en GPRS puede ser factible. En España tenemos GPRS casi en cualquier ubicación, pero con GPRS no garantizamos ni la disponibilidad ni la IP pública fija (GPRS no es una conexión always-on) ni el caudal de transmisión (GPRS puede ofrecer en el mejor de los casos 50kbps de upload de pico, pero no es posible garantizarlo a lo largo del tiempo).
Otra opción sería una conexión UMTS (también denominada 3G). En este caso sí se trata de una conexión always-on, y el caudal de upload sí puede llegar a ser de casi 300kbps. Pero el problema vuelve a estar en la disponibilidad y la estabilidad de la conexión, pues salvo que tengamos la estación base muy cerca puede haber momentos en los que se produzca una pérdida de conectividad. Además, algunos puertos están filtrados.
¿Qué podemos hacer?
La solución a (casi) todos estos problemas es el Satélite Bidireccional. El satélite bidireccional consiste en una parabólica orientada hacia un satélite geoestacionario y una IDU (una especie de router) que se encarga de realizar la transmisión y recepción directamente al satélite sin necesidad de utilizar ningún tipo de infraestructura terrestre (no es necesario disponer ni siquiera de una línea telefónica).
Las ventajas que aporta el satélite bidireccional (escogiendo a un buen proveedor) son:
• Accesible en el 99.99% del territorio nacional.
• Alta disponibilidad (superior al 99.3% con un buen proveedor).
• 1 ó varias IPs públicas fijas disponibles (son casi siempre conexiones always-on).
• Sin filtrado de puertos (otra vez, si se escoge un buen proveedor).
• Latencia estable entorno a los 700ms (muy elevada para muchas aplicaciones pero perfecta, si estable, para supervisión remota y transmisión de video).
• Anchos de banda disponibles hasta 4Mbps en download, y hasta 2Mbps en upload.
• Se puede garantizar idéntica calidad de servicio a una instalación en la Gran Vía de Madrid y a una instalación en un pueblo de alta montaña de León.
• Es posible tener idéntica solución técnica en cualquier país del mundo.
Pero también tiene desventajas, claro:
• Precio muy elevado del ancho de banda respecto a las soluciones terrestres urbanas.
• Dependencia total del proveedor del servicio (una vez instalado, en muchos casos, la instalación no puede ser reutilizada por otro proveedor).
Esta segunda desventaja que puede parece trivial no lo es en absoluto. Es una de las cuestiones más importantes a considerar, pero que dejaremos para un posterior artículo.
Sin lugar a dudas, la seguridad mediante sistemas, es imprescindible en los parques fotovoltaicos, y aunque no sin dificultad, se ha conseguido establecer por parte de las Ingenierías, unos sistemas de vigilancia más que aceptables.